Informe Especial

Mejores escuelas: Mayores oportunidades - 03

Un lugar esperanzador e inclusivo en Cerro Colorado

En uno de los distritos más recónditos de Arequipa, cada menor que se beneficia del Programa de Intervención Temprana (PRITE* ) Semi Rural Pachacútec para niños y niñas de menos de 3 años con algún tipo de discapacidad o en riesgo de adquirirla, es una historia a la vez distinta, extrema, difícil, , conflictiva y retadora. Armada de paciencia, experiencia, técnica y vocación, Ana Hurtado, directora de este centro, junto al personal a su cargo, asume a diario la tarea de acompañar a estos pequeños y a sus padres en el inicio de una larga batalla con el único objetivo de enfrentar la discapacidad.



Siempre ha tenido una especial vocación de servicio. Desde pequeña, la maestra Ana Julia Hurtado Zarabia experimenta esa sensación, para muchos irrefrenable, de querer ayudar cuando se ve a algún ser vulnerable o en peligro. Y fue en sus años juveniles, que su vocación tomó una forma más sólida: durante su paso como catequista de la Parroquia del Espíritu Santo, en el distrito de Alto Selva Alegre, en la ciudad de Arequipa, los rostros de chicos y chicas con Síndrome Down a los que Ana impartía no sólo los fundamentos de la fe católica sino también la confianza y la autoestima, la hicieron decidirse a abrazar el magisterio y a dedicarse por entero a la educación especial.


Hoy, a sus 40 años, Ana es la directora del Programa de Intervención Temprana (PRITE) Semi Rural Pachacútec, del distrito arequipeño de Cerro Colorado, un centro que atiende a niños y niñas de 0 a 3 años con alguna discapacidad o que están en riesgo de adquirirla. Además del Síndrome Down, en ese lugar Ana y su equipo conviven con las tinieblas de la ceguera, el desesperante silencio de la sordera, la impotencia de no poder moverse como los demás y el posible techo que para el desarrollo personal representan un temido futuro diagnóstico de autismo o la discapacidad intelectual en sus diversos grados y tipos.



Ana es ex integrante del SAANEE del CEBE Mollendo. Ella lidera un equipo de cuatro profesoras de Educación Especial que se han especializado en Retardo Mental y Problemas de Aprendizaje. Con Ana colaboran sus colegas Rosario Belinda Zúñiga Zúñiga, Evelyn Karina Romero Vargas y María Victoria Romero Chávez.


En Cerro Colorado vive gente pujante, emprendedora y trabajadora, aunque para la Policía Nacional hasta el 2014 este era el distrito con más índice delincuencial en la Ciudad Blanca: poseía la mayor incidencia de homicidios, lesiones físicas y robos a viviendas. En poco más de dos años ese panorama no ha variado mucho. Sin embargo, en el PRITE Pachacútec la lucha no es contra el delito. La batalla ahí es contra la discapacidad.


Según relata Ana, el año pasado el centro atendió a 35 menores y aunque cuando aún son bebés, el diagnóstico no es tan certero y se hace en los centros de salud. “El 30% de nuestros niños presenta discapacidad intelectual. La mayor parte de ese grupo corresponde a niños con Síndrome Down. El resto de ese universo –explica la directora– tiene probablemente retardo mental en diversos grados. Asimismo, el 20% del alumnado del PRITE tiene discapacidad motora, y todo indica que el trastorno del espectro autista está presente en otro 30%, aunque ese diagnóstico recién se puede obtener con seguridad a la edad de 5 años. Además el 20% final evidencia retraso en su desarrollo, es decir, son niños que no hablan o no caminan bien”. Ana es profesora titulada de Educación Especial con estudios de especialización en Retardo Mental y Problemas de Aprendizaje.



ORIENTACIÓN INDIVIDUAL


Luego de pasar por una primera evaluación, cada niño o niña del PRITE cuenta con una ficha integral de desarrollo y un programa de orientación individual. “Los centros como el nuestro ayudan a que los niños con discapacidad o en riesgo de adquirirla no queden a la deriva. Nuestra obligación como PRITE, cuando el menor egresa de la institución, es emitir un informe de sus condiciones, recomendar a los padres a qué tipo de centro educativo debe ir el niño o la niña: a una escuela regular con educación inclusiva, si el tipo de discapacidad que tiene es leve; o a un Centro de Educación Básica Especial o CEBE, si presenta una discapacidad severa”, refiere la directora.


Al final, personal del PRITE contacta a la familia con el Servicio de Apoyo y Asesoramiento a las Necesidades Educativas Especiales (SAANEE) –cada CEBE debe tener uno–, dedicado a ubicar a cada menor en la educación regular inclusiva o en el centro de educación especial, según sea el caso, y a monitorear su desarrollo.


El PRITE Semi Rural Pachacútec funciona desde el 1 de abril de 1993. Lleva ese nombre porque primero estuvo ubicado en la localidad del mismo nombre, siempre en Cerro Colorado. En el 2015, más o menos en la época en que Ana llegó a trabajar al centro, éste se mudó al local que hoy ocupa, en el lote 9 manzana F de la avenida Puno, esquina con la calle Esperanza, en la zona de Veracruz, en Alto Libertad, también en Cerro Colorado. Ahí los menores acuden tres veces por semana con sus padres o tutores a sesiones de una hora aproximadamente. 


“Para trabajar en un PRITE como maestra hay que tener mucha vocación de servicio, paciencia y respeto a la diversidad, creatividad, sensibilidad y mucha organización. Sobre todo hay que ser muy tolerante porque las niñas y los niños suelen ser muy cariñosos, pero en muchos casos también tienen actitudes agresivas”, como todos los niños de esas edades, refiere Ana



HISTORIAS DE VIDA


Alejandro nació hace un año y nueve meses con el pie izquierdo necrosado por un problema congénito. Los médicos no tuvieron otra opción que amputárselo. Ese hecho marcó a su familia, pero, pese a la adversidad, sus padres mantienen la confianza y creen firmemente que en el futuro él podrá movilizarse y desplazarse como cualquier otro niño de su edad. Por eso, desde julio del año pasado Alejandro asiste al PRITE Semi Rural Pachacútec. Acompañado de su papá o de su mamá, participa ahí en sesiones de psicomotricidad los lunes, miércoles y viernes con la finalidad de fortalecer su pequeño muñón y su pie derecho, que le sirve de apoyo. “Para tratar a niños como Alejandro y a sus familias hay que demostrar mucha dedicación y constancia”, aclara Ana. Subraya, además, que los tratamientos psicológicos de los casos son vistos en los centros médicos de su localidad.


Es en el control del niño sano del Ministerio de Salud que los médicos detectan determinada discapacidad en los bebés. Los padres deben estar alertas si sus hijos no gatean, se arrastran, no levantan la cabeza o no emiten sonidos. El PRITE Semi Rural Pachacútec trabaja de la mano con los centros de salud Zamacola y Semi Rural Pachacútec, en Cerro Colorado.


Otro caso es el de Santiago, quien está cerca de cumplir 3 años. Él tiene Síndrome Down, condición que en la práctica también representa algún grado de discapacidad intelectual. Luego de muchas sesiones de psicomotricidad y lenguaje en el PRITE, Santiago ya presenta cierto movimiento articulado en sus extremidades y ha logrado producir sonidos onomatopéyicos. “Un consejo a los padres: mientras más pequeños son los bebés, es mejor la intervención y los chicos se superan en muchos aspectos. Así los niños avanzan”, asegura Ana, orgullosa de los logros que sus alumnos han obtenido en los torneos de psicomotricidad organizados por el IPD local en el 2016.



EL PRITE Semi Rural Pachacútec trabaja durante todos los meses del año. En lo que respecta a logística, según la directora, el local de una sola planta necesita un cobertor para el patio, el que ayudaría a proteger de los rayos ultravioleta a niñas, niños, madres, padres y profesoras; así como mejorar los servicios higiénicos.




EDUCACIÓN SIN BARRERAS


En el 2012 la Primera Encuesta Nacional Especializada Sobre Discapacidad (ENEDIS), realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEN), arrojó que en el Perú vivían entonces 1’575.402 personas con algún tipo de discapacidad. De ese grupo poblacional, 129.776 personas tenían menos de 15 años. El Censo Nacional de Población y Vivienda que se realizará este año brindará una radiografía actualizada de la población con discapacidad, lo cual permitirá actualizar las políticas públicas a favor de ella. Según el Censo Escolar 2016 existen apenas 87 instituciones PRITE en el país.


“La inclusión de nuestros niños con discapacidad es lo mejor que se ha podido hacer en educación de un tiempo a esta parte. Es un reto muy fuerte y muy importante. Ya venía siendo hora de que se le ponga impulso al tema. La inclusión favorece en todo sentido a nuestros chicos con discapacidad y a quienes no la tienen”, reflexiona Ana.


Ana y su equipo se han ganado el cariño, la admiración y el respeto de buena parte de la población de Cerro Colorado. Los padres de familia saben que ella y su equipo encaminan a los chicos con discapacidad o en riesgo de adquirirla, como dice uno de los lemas del PRITE Semi Rural Pachacútec, “hacia una educación sin barreras”.



DATO:


Los días 19 y 20 de Octubre del 2016 se desarrolló en Arequipa el Seminario “Calidad de la Educación Inclusiva para Personas con Discapacidad”, organizado por el Consejo Nacional de Educación (CNE), con el apoyo de FORGE, UNESCO y la Fundación Telefónica. Este importante evento congregó a más de 150 participantes de todas las regiones del país. 


Para descargar las ponencias, fotos y videos del Seminario ingresar aquí ► http://bit.ly/2l1D3OH



*Las funciones de la modalidad educativa denominada PRITE están resumidas en el literal b del artículo 84 del DS 011-2012-ED, correspondiente al Reglamento de la Ley Nº28044 o Ley General de Educación.



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