La agenda del ministro Leyton
La designación de Carlos Leyton como nuevo ministro de Agricultura del gabinete de Yehude Simon representa un cambio importante en las prioridades de la política agraria del gobierno. Como se sabe, Leyton ha sido hasta hace poco vicepresidente regional de Arequipa y ha venido trabajando en temas de desarrollo regional y multirregional en la sierra sur del país. En unas declaraciones iniciales ha planteado la necesidad de orientar un mayor esfuerzo gubernamental hacia la sierra y selva, regiones que han sido poco atendidas (y entendidas) por el saliente equipo, y también por el gobierno en su conjunto.
Los temas en la agenda del ministro Leyton son múltiples. Por un lado, deberá lidiar con algunos problemas generados por las 19 leyes dadas por Benavides en el marco del TLC sin mayor consulta con el Congreso, los gremios agrarios o las regiones. Algunas de estas normas han sido de las más controversiales del paquete legislativo del gobierno (dos de ellas fueron derogadas en medio del levantamiento amazónico) debido a que, por ejemplo, buscan liberalizar aún más la legislación de tierras, desregular el uso de agroquímicos y permitir la producción transgénica en el Perú (promoviéndola desde el propio INIA con la oposición del ministro del Ambiente, Antonio Brack). Una medida que el nuevo ministro de Agricultura debe tomar es someter la legislación más polémica a una revisión y posible modificación.
Además de esto, Benavides inició una amplia reorganización del Ministerio de Agricultura que no tomó en cuenta para nada el proceso de regionalización. A raíz de dicha reorganización se han concentrado aún más en el nivel central el manejo de los recursos de inversión pública en el sector agrario y rural en desmedro de las regiones. Se espera que un ministro de origen provinciano haga cambios importantes en estas orientaciones para promover una gestión más descentralizada y eficiente.
Finalmente, un tema en el que Leyton podría generar cambios sustanciales en la política agraria se refiere a la concepción del gobierno sobre las potencialidades de los pequeños agricultores. El saliente ministro Benavides tuvo permanente desconfianza hacia la pequeña producción, inspirado en sus prejuicios y en los que expresó el propio Presidente en sus artículos sobre el Perro del Hortelano. Esto llevó a que Benavides bloquee iniciativas de desarrollo campesino como la de los Yachachic en la sierra sur (sierra productiva) o a que minimice las potencialidades de la agricultura orgánica versus su patrocinada agricultura transgénica. El nuevo ministro Carlos Leyton debe plantear una visión menos excluyente para el desarrollo de nuestra agricultura, con un rol protagónico para los pequeños productores de la sierra y selva.