Estudiantes latinoamericanos mejoran su rendimiento
En el artículo Latin American Students Improve Learning Achievements (Estudiantes latinoamericanos mejoran su rendimiento), publicado en el blog de la Alianza Global por la Educación, Santiago Cueto, Director de Investigación de GRADE, reflexiona en torno a los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) de UNESCO —que evalúa el desempeño de estudiantes de tercer y sexto grado de escuela primaria en las áreas de Matemática, Lectura y Escritura (Lenguaje), y Ciencias Naturales en el caso de sexto grado—, así como plantea retos para las políticas públicas en educación de la región. A continuación, presentamos la versión en español del texto:
Estudiantes latinoamericanos mejoran su rendimiento
La tercera evaluación regional de UNESCO, TERCE, muestra mejoras en matemáticas, comprensión de lectura y ciencias naturales.
Por Santiago Cueto
Los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) de desempeño escolar en América Latina fueron anunciados en diciembre del año pasado. Desde mediados de 1990, UNESCO evalúa el rendimiento de los estudiantes de escuela primaria de la región y, en términos generales, los últimos resultados son positivos.
Fueron quince los países de Centro y Sudamérica y el Caribe que participaron de la evaluación (aunque solo siete participaron en la prueba de ciencias naturales). Estos datos son bastante valiosos, debido a que solo algunos de estos países participan en otras pruebas internacionales como PISA, TIMSS o PIRLS. No obstante, aunque los promedios regionales mejoraron, hay diferencias importantes entre los países.
Ecuador, Guatemala, Perú y República Dominicana mejoraron en todas las áreas evaluadas; Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Panamá mejoraron en la mayoría de las áreas; México, Nicaragua y Paraguay obtuvieron resultados mixtos; y Costa Rica y Uruguay mostraron logros similares —incluso menores—, en comparación a la evaluación anterior.
Las brechas se cierran entre los países
Los resultados siguen una tendencia de reducción de las diferencias entre los países: en otras palabras, los países que obtuvieron rendimientos menores en la segunda evaluación fueron en general los que mejoraron más en la tercera evaluación, aunque, la mayor parte de veces, continúen por debajo del nivel superior de rendimiento de los países participantes.
La ausencia más notoria en TERCE ha sido Cuba, cuyos estudiantes lograron resultados muy superiores a los de otros países durante la primera y segunda evaluaciones regionales. Es una pena que este país no haya participado pues con ellos se hubiera podido confirmar si esta tendencia de disminución de diferencias se mantenía incluso con ellos. Cuba no participa en ninguna otra prueba internacional.
La desigualdad tiene un gran impacto en el bajo rendimiento
Más allá de comparar puntajes en el tiempo y de mostrar promedios, TERCE incluye un muy breve análisis de los factores asociados con el rendimiento en la región.
En la mayoría de países, asistir a una escuela privada se asocia con mejores promedios (para ello, el análisis intentó aislar la contribución adicional de asistir a una escuela privada, a pesar de que esto es sumamente difícil dado el diseño del estudio). Además, los informes mostraron que el nivel socioeconómico y el entorno escolar están asociados con el rendimiento, resultados similares a los encontrados en estudios anteriores de UNESCO.
Esto se debe quizás al hecho de que muchos países de la región aún no han desarrollado políticas que ayuden a los estudiantes que empiezan a rezagarse —excepto por hacer que repitan un grado totalmente.
El género es aún un importante problema en la región
Finalmente, el género continua siendo un grave problema en la región, donde el rendimiento de las chicas es menor al de los chicos en casi la mitad de los países y pruebas.
Más allá de las tablas y los puntajes, un análisis pedagógico de estos resultados sería altamente relevante. TERCE publica un análisis curricular en su página web, que es la base de la evaluación regional y un buen inicio para estudios posteriores.
Un análisis más profundo sería útil para rediseñar los programas de formación para docentes, para revisar los materiales para uso en las aulas, y parar monitorear la calidad de las interacciones pedagógicas en las aulas.
Cualquier iniciativa de este tipo debe considerar la equidad como elemento central. Continuar mejorando los promedios a la par que se disminuyen las diferencias asociadas a los niveles socioeconómicos debe ser la meta regional prioritaria para los próximos años.