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29 de noviembre de 2001El Comercio

Acerca de cómo reducir el empleo formal (II)

Según el Ministro Villarán , la Comisión de Trabajo del Congreso está «viendo las cosas sólo desde el punto de vista de los trabajadores». Esa es una apreciación bastante favorable. Sin embargo, parecería que las están viendo desde el punto de vista de lo que ellos creen que pueden ser sus potenciales bases políticas.

Casi todas las propuestas de la Comisión de Trabajo del Congreso son contrarias a los intereses de los trabajadores. La propuesta de que 25% de los trabajadores de una obra sean establecidos por el sindicato tenderá a reducir el empleo en la construcción. La propuesta de regular el trabajo marítimo y fluvial reducirá la competitividad de los puertos y el dinamismo dEl Comercio y el empleo en los mismos puertos.

La propuesta de incrementar las indemnizaciones tienen el efecto de reducir la contratación permanente e incentiva la contratación temporal e informal. Una de las consecuencias del aumento de las indemnizaciones en 1997, fue que creciera el empleo temporal. Ahora, de manera errada plantean aumentarlas aún más, sin pensar que mientras más caro sea contratar un trabajador y más inflexible la contratación y el despido, menos empleo permanente habrá.

Asimismo, la propuesta de reducir el máximo de trabajadores que pueden ser contratados bajo «services» a 10% también tendrá un efecto negativo sobre el empleo. Una empresa de 20 trabajadores sólo podrá contratar un vigilante y un trabajador de limpieza por «service». Si además deseaba contratar a alguien por la campaña de Navidad, tendría ahora que contratarlo en la planilla permanente. El efecto será que ese empleo ya no se creará o será informal.

Los perdedores son los trabajadores en su conjunto. Los ganadores son algunos políticos -que usarán hábilmente a su favor cualquier conquista de este tipo en las próximas campañas- y algunos potenciales líderes sindicales. Pero hay un perdedor más, Perú Posible y sus ingenuos congresistas, ya que ellos cargarán el pasivo de la limitada creación de empleo en los próximos años.

Existen muchos problemas con la legislación laboral. Y la Comisión del Congreso está enfrentando los temas correctos pero con soluciones erradas. Por ejemplo, en el caso de los «services» no tiene sentido establecer determinados porcentajes mínimos ya que no existe ningún asidero empírico para saber si la proporción correcta de trabajadores temporales, de limpieza y de vigilancia debe de ser 10% o 40%. En cambio, sí tiene sentido asegurarse que sólo se contrate bajo esta modalidad de «services» a trabajadores que realicen labores complementarias o temporales. Para esto, se requieren inspecciones mucho más efectivas y multas mucho más severas.

Otro ejemplo de la necesidad de perfeccionamiento de la legislación es la negociación colectiva. Como se menciona en los considerandos de algunos proyectos, existen listas negras y acciones sistemáticas para evitar la formación de sindicatos. Eso debe de corregirse, y la autoridad de trabajo debe velar porque se cumpla la ley, asegurando la nulidad un despido por la actividad sindical de un trabajador y castigando la discriminación por haber pertenecido a un sindicato. A la vez, se debe de fomentar la formación de instituciones sindicales modernas, que no sean vistas como enemigas por las empresas. Por el contrario, las señales que da este Congreso favorecen la formación de sindicatos dedicados exclusivamente a proteger el empleo de un grupo de trabajadores.

Finalmente, la legislación debe perfeccionar la forma como protege al trabajador ante el desempleo. En la actualidad existe una superposición de la indemnización por despido arbitrario con la CTS que lleva finalmente a que muy pocos accedan a un empleo permanente. Para crear más empleo permanente, para que más trabajadores gocen de seguro de salud y de una pensión, las indemnizaciones deben bajar. Es difícil entender el deseo de los legisladores de hacer lo contrario y limitar el empleo a cada vez menos trabajadores.