Hernández, W. (2019). Factores asociados a la violencia de pareja contra mujeres: un enfoque departamental desde los patrones de victimización (ENDES 2008-2018). Lima: INEI.

En el Perú, la violencia contra las mujeres es un problema de alta y persistente prevalencia. Pese a ello, se ha estudiado poco en el país y precisamente por ello subsisten dos limitaciones centrales. De un lado, se ha tendido a emplear datos demasiado agregados contribuyendo con la creación de un perfil homogéneo que no representa adecuadamente a los sub grupos de mujeres que son objeto de distinta severidad, frecuencia y temporalidad de violencia. Del otro lado, se ha privilegiado un análisis a nivel nacional que ha dejado de lado las particularidades de cada departamento. Sobre la base del trabajo de Hernández y Morales (2019), esta investigación busca ser una primera aproximación para cubrir ambos vacíos en forma simultánea. El objetivo fue primero identificar la existencia de patrones de victimización diferenciados en base a la severidad, frecuencia y temporalidad de la violencia en cada departamento, para luego estimar los factores asociados a la violencia (física y/o sexual) contra las mujeres en los últimos doce meses. Los resultados confirman que a nivel departamental existen cuatro patrones de victimización marcadamente distintos, uno de los cuales se sub divide según su intensidad alta o baja. No obstante, la proporción de mujeres en cada patrón varía en forma importante en cada departamento, lo que sugiere la existencia de factores sociales y culturales que pueden influir en su menor o mayor manifestación. El análisis de los factores de riesgo por patrón de victimización en cada departamento ofrece abundante evidencia nueva que posibilita un mayor análisis que puede realizarse desde cada departamento. Los hallazgos resaltan la preponderancia de la historia de violencia sexual alguna vez sufrida como el predictor más importante de violencia física y/o sexual reciente. El consumo frecuente de alcohol también está asociado a esta forma de violencia, pero además lo está en forma gradual (a mayor violencia en el patrón de victimización, el efecto tiende a ser más alto). El estudio cierra con algunas recomendaciones de política en base a evidencia internacional sólida sobre cómo reducir la violencia contra las mujeres.