Sólo el incremento de la inversión crea más empleo
Sólo el incremento de la inversión crea más empleo
Nuestro problema no es, únicamente, que la gente trabaje o no. En el Perú el tema central es la baja productividad y los magros salarios que existen
A principios de los noventa, el desempleo estaba en tercer lugar entre los problemas más graves de la población peruana, luego de la hiperinflación y del terrorismo. Ahora, este problema es el que más le preocupa a la gente. Se dice que el problema es la falta de empleo. Sin embargo, el empleo creció entre 1993 y 1997. Entre esos años, el porcentaje de empleados respecto a la población en edad de trabajar subió de 43,5 a 53,4% para mujeres y de 70,4 a 76,6% para hombres.
El problema no es, únicamente, que la gente trabaje o no.
El problema central es la baja productividad y los bajos salarios. En los 90, el empleo informal ha crecido al mismo ritmo que el empleo total. Y eso es grave, porque significa que la participación de la informalidad en el empleo total sigue siendo mayor al 50%.
El problema central es ése, reemplazar empleos informales por formales, empleos de baja productividad por otros de mayor productividad. La situación mejorará si los salarios en los puestos de trabajo que ya existen aumentan, o si se crean empleos con salarios mayores a los que usualmente se encuentran en el sector informal. Más empleo se logra con crecimiento económico sostenido.
Demanda permanente
En el corto plazo, una reactivación de la demanda, luego de un mal año, permite ocupar puestos de trabajo formales que dejaron de estar ocupados, debido a la contracción económica. Pero para que se creen nuevos puestos de trabajo es necesario que las empresas perciban que el incremento de la demanda es permanente: sólo ahí habrá más inversión y más empleo.
¿Qué puede hacer el ministro? Él tiene que facilitar la tarea. El ministerio ya lo está haciendo con sus programas de capacitación y de colocaciones, por ejemplo, pero a una escala limitada.
El programa de colocaciones del ministerio ya está en pleno proceso de descentralización a los conos de la capital; pero aún así la cobertura y la llegada de sus servicios es todavía limitada.
El programa de capacitación está diseñado de modo que el entrenamiento está ligado a prácticas laborales en una empresa, lo cual asegura la pertinencia de la capacitación de ese personal, lo que redunda en mayor productividad y mayores remuneraciones. Y esos son empleos sostenibles.
¿Puede generar algunos empleos de manera directa, por ejemplo, a través de compras estatales a las pequeñas empresas? Si se observa una mayor demanda estatal por determinados productos en un momento bajo del ciclo económico, como el actual, pequeñas y medianos empresas ya establecidas satisfarán esa demanda. Pero, mientras las empresas noten que esas compras son temporales, no van a asumir que ése es un aumento sostenido de la demanda y no van a generar nuevos puestos de trabajo reales, se deben generar como parte de un proceso de inversión nueva.
Compras temporales no son suficientes
Un programa temporal de compras estatales no va a incentivar a que se generen nuevos talleres, se compre nueva maquinaria o se capacite nuevo personal. Menos aún si esas compras se dirigen a empresas pequeñas. Esto sólo se dá si se observa un incremento de la demanda que las empresas perciban como permanente.
El ministro debe tener claro que un programa de compras estatales dirigido a la pequeña empresa, permitirá mejorar ligeramente los indicadores de empleo en el sector manufacturero y compensar temporalmente la reducción, en la demanda del año pasado. Pero no mejorará los indicadores de remuneraciones reales.
El reto real es facilitar que las empresas privadas, y si son grandes, mejor, puedan incrementar su demanda de empleo, con mayores salarios.