Juntos y la producción agropecuaria. Carolina Trivelli reflexiona sobre resultados de estudio de GRADE
Un estudio de Eduardo Zegarra, de GRADE, muestra que los hogares que reciben la transferencia monetaria del programa Juntos utilizan parte del dinero para mejorar –con éxito– sus activos y actividades productivas. Basado en el análisis de un panel de datos para el 2007 y 2009, el estudio muestra que los hogares que recibieron la transferencia de Juntos incrementaron su producción agrícola total, su producción agrícola para el autoconsumo y su producción pecuaria. Juntos mejoró la vida de esas familias gracias a la entrega de una transferencia en efectivo y favoreció una expansión de sus actividades productivas.
El estudio de Zegarra recomienda potenciar estos resultados con iniciativas productivas y de infraestructura complementarias a Juntos, tal como propone la estrategia Incluir para Crecer. Bien que con evidencia sólida, producida por investigadores independientes, incluso para años anteriores a esta gestión, se refuerce que la política social va por buen camino.
Pero, además de estos resultados alentadores, el estudio aporta un ángulo nuevo que exige sofisticar la intervención de Juntos. Encuentra que los impactos de Juntos en las actividades productivas son distintos si el hogar tiene jefatura femenina.
Zegarra muestra cómo Juntos trae una mejor situación para los hogares con jefatura femenina, respecto a hogares similares sin Juntos. Les cambia la vida, pero también que el impacto en sus actividades productivas es diferente al que registran los hogares con jefatura masculina. Por ejemplo, en los hogares con jefa de hogar mujer se registra impacto positivo en lo agrícola, mas no en lo pecuario.
Estos resultados nos obligan a discutir si Juntos debería tener una intervención especial para los hogares rurales dirigidos por mujeres. Tema que, probablemente, sea parte de la agenda de las políticas sociales 2.0, que seguro los candidatos a la presidencia y sus equipos están trabajando.