Manuel Glave aporta al debate en torno a la relevancia de los andenes para una estrategia de seguridad alimentaria y la conservación de la biodiversidad
A continuación, destacamos extractos de la participación de Manuel Glave, Investigador principal de GRADE, en la mesa redonda «Perú: país de ANDENES», organizada por La Revista Agraria y que contó con intervenciones de otros expertos en desarrollo rural.
Sobre la importancia de los andenes desde el punto de vista de la seguridad alimentaria y el mantenimiento de la biodiversidad.
«La primera idea que quiero destacar es el concepto de infraestructura, se trate de carreteras, canales de riego, líneas de transmisión, puertos, etc.; un concepto que siempre me lleva a pensar en cuál es la responsabilidad pública y cuál la privada en la construcción, el mantenimiento y el uso de cualquier infraestructura en general. Por ejemplo, cuando hablamos de seguridad alimentaria, en el largo plazo, necesitamos una estrategia sobre la responsabilidad pública en la inversión destinada a la construcción, la rehabilitación y el mantenimiento de una infraestructura necesaria para dicha seguridad. El tema es ponernos de acuerdo, como sociedad, respecto a la responsabilidad pública. Hemos pasado de un modelo donde el Estado era el ente planificador absoluto, a un discurso -de casi una verdad absoluta- según el cual el Estado solo promueve, regula y facilita, pero no es responsable de invertir y todo es inversión privada. Luego, en esta última década, hemos entrado a las llamadas alianzas público-privadas. ¿Dónde trazamos la línea de responsabilidad pública y privada para la rehabilitación, el mantenimiento y el uso de los andenes?”.
“Una segunda idea se refiere a los servicios ambientales o servicios de los ecosistemas. ¿Por qué los andenes sobreviven a pesar del abandono? Más allá del tema cultural o de sociedad, hay un elemento productivo: claramente, la terraza juega un rol de control de erosión y de manejo del territorio, que le permite a una familia, una comunidad, una sociedad, tener una mejor productividad, así como resistir algunas variabilidades climáticas y adaptarse al medio».
“Una tercera idea es la de la organización social. Hay una serie de restricciones o condicionantes que limitan la viabilidad de la infraestructura de terrazas de cualquier sociedad pero, en particular, en los Andes. Un punto central es la organización social para la asignación de la mano de obra. En el modelo tradicional, el control comunal de la mano de obra es el concepto central para discutir la viabilidad de la cuestión de los andenes en el pasado. En la medida que la organización comunal tiene un grado de control de tierra y mano de obra, el andén se reproducía y se mantenía. Pero, en la medida que el control comunal se reduce, el grado de control comunal de mano de obra también decae. Por ello, es fundamental identificar aquellos espacios donde hay mayor posibilidad de una acción colectiva con un grado de control que permita hacer ese trabajo”.
Sobre el cuestionamiento de que la recuperación de andenes sea una propuesta para una economía de subsistencia.
“Se necesita una política pública para la pequeña agricultura familiar. Hay que preguntarse: ¿cuál es la estrategia nacional que promover la pequeña agricultura familiar?, ¿existe una política pública ad hoc de la pequeña agricultura familiar? Si la tuviésemos, tendríamos que contar con una política pública de promoción de la organización comunal, ya que la comunidad es un actor central de la pequeña agricultura familiar. Los argumentos se refieren al porcentaje del valor agregado del sector agropecuario se produce en la pequeña agricultura familiar, al porcentaje de la seguridad alimentaria nacional que se produce en la pequeña agricultura familiar, a la identidad cultural y territorial asociada a los alimentos tradicionales o a la gastronomía andina, etc. Es en ese marco que incorporamos el tema de andenes y pequeña agricultura familiar. Un segundo argumento es el tema de la adaptación al cambio climático en el largo plazo. No se puede desconocer la importancia que juegan los andenes, los camellones y la infiltración de aguas como prácticas de adaptación al cambio climático. Hay una oportunidad en el debate sobre ordenamiento territorial que debería llevar a la discusión sobre cambio climático a nivel micro. Se tendría gestión territorial y adaptación al cambio climático en diferentes espacios del territorio peruano”.
“El tema es que si el crecimiento económico se desacelera o termina cayendo en los próximos quince años, se nos va a «pasar el barco». Hay que aprovechar esta coyuntura para sentar las bases de una práctica de inversión pública. Si no sentamos las bases, esto no se va a poder reproducir”.
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