¿Manipulando cifras?
Como señaló acertadamente Richard Webb en El Comercio (23/5/2009), las estadísticas del INEI sobre crecimiento económico mensual están siendo usadas erróneamente por autoridades y medios de comunicación. Al margen de los cambios metodológicos introducidos por el INEI y las dudas sobre los resultados de marzo, las propias cifras oficiales indican que la producción del Perú ha entrado en una etapa de franca contracción desde setiembre del año pasado.
No es cierto que haya un “menor crecimiento” o “desaceleración” como les gusta decir a las autoridades, sino decrecimiento productivo y punto. Tampoco es correcto decir que el Perú esté sintiendo menos la crisis que otros países de la región, usando el dato tradicional cuando lo que hay que hacer es medir la evolución de la actividad económica desde que la crisis empezó a golpear, es decir, medir su tendencia. Y eso es lo que por ejemplo hacemos en el gráfico adjunto.
Se tomaron los indicadores de actividad mensual oficial de otros tres países que usan la metodología de seguimiento mensual, Argentina, Chile y Costa Rica, y ajustamos las series con promedios móviles tres meses hacia atrás y dos hacia delante, como una forma de detectar con mayor rigurosidad las tendencias de corto plazo de la actividad económica de cada país. La imagen que aparece es más cercana a la realidad de lo que está pasando con la economía peruana: está siendo tan o más afectada por la crisis que otros países. En este caso, por ejemplo, la serie ajustada por tendencia nos ubica peor que Costa Rica y Chile en cuanto a efecto acumulado de la crisis (a marzo 2009), pese a que para este año tendremos un “efecto estadístico” de mayor crecimiento del producto anual que estos dos países, que es el indicador que el Gobierno Peruano parece preferir para medir nuestro actual desempeño. Lo adecuado en esta delicada coyuntura es que el INEI y las autoridades empiecen a mostrar las estadísticas de producción y crecimiento en forma más útil y transparente para la ciudadanía. En este caso, es mejor que el INEI publique tanto la serie tradicional, como una ajustada por tendencia (como hace con las cifras de empleo por ejemplo), de tal forma que podamos medir tendencias importantes en el corto plazo (seis meses) y no caer en espejismos estadísticos que no son una buena guía para actuar eficazmente en una de las peores crisis internacionales que nos ha tocado vivir.