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30 de enero de 1999El Comercio

La disyuntiva entre los contratos temporales y los indefinidos

Fuente: El Comercio, Economía b4, 6 de abril de 1999

En busca de más empleo

Los contratos permanentes de trabajo son caros

¿Quién se beneficia con los contratos temporales? ¿Los trabajadores? ¿Las empresas? ¿Crearán más empleo?. La controversia sobre el cobro de tasas a los contratos temporales se ha centrado en la legalidad del mismo. Detrás del pedido está en realidad un interés por hacer menos costoso el uso de estos contratos.

En 1998 se realizaron 445.152 contratos sujetos a esta modalidad, 2.6% más que el año anterior, incremento que resulta sorprendente en un contexto en el que se reduce la demanda global de empleo. Así, es muy posible que durante el último año muchos puestos de trabajo permanentes hayan sido reemplazados por empleos temporales.

¿Se crearía más empleo reduciendo el costo de los contratos temporales? No necesariamente. Los costos de un trabajador permanente y un temporal son similares: la diferencia central está en el costo de despido. En el caso de un trabajador permanente, se debe de pagar una indemnización.

En el caso de uno temporal , es como si cada cierto número de meses la empresa tuviera la oportunidad de despedir al trabajador -bajo la figura de no renovable el contrato- sin ningún costo. Si la empresa desea mantener al trabajador, simplemente renueva el contrato.

Así, los costos de despido de los trabajadores con contratos temporales son mucho más bajos que los costos de despido de los que cuentan con un contrato permanente. El único costo en el que las empresas incurren es la tasa de registro que se paga al MTPS.

Las empresas han estado dispuestas a pagar esta tasa -a pesar de que los contratos temporales son de uso opcional- porque les da la seguridad jurídica de que, al término del contrato, podrán acreditar que no hay derecho a indemnización.

Una reducción adicional del costo de los contratos temporales -bajando o eliminando la tasa que se paga al MTPS- llevaría probablemente a acentuar el proceso de reemplazo de contratos permanentes por temporales, que ya se está observando ahora.

El número total de los puestos de trabajo dependerá principalmente del nivel de actividad económica. En la medida en que las empresas estén dispuestas a sustituir contratos permanentes por temporales, un abaratamiento del costo de los contratos temporales hará que se use más esa modalidad contractual, no necesariamente que se generen más empleos. Sin embargo, también es cierto que el facilitar el uso de los contratos temporales tiene el efecto de facilitar el uso de una modalidad contractual con bajos costos de despido y podría en el margen tener un efecto positivo sobre el empleo. Estos empleos, sin embargo, carecen de la indemnización que conllevan los contratos permanentes, que si bien se constituye en un costo de despido, hace también de seguro de desempleo.

La importancia que tienen actualmente los contratos temporales no se debe a que repentinamente las empresas requieran de más labores temporales. Se debe a que los costos de despido de los contratos permanentes (indefinidos) son todavía elevados, lo cual hace que el costo de cada contratación también lo sea.

En 1997 se incrementó equivocadamente, la indemnización por despido arbitrario a un salario y medio por año trabajado, quizá pensando que con eso se protegía a los trabajadores. El efecto ha sido exactamente el opuesto. Las firmas están optando por contratos temporales para protegerse de la posibilidad de tener que pagar una indemnización excesivamente alta.

Así, se están generando dos grupos polares, uno -cada vez más pequeño- de trabajadores permanentes que reciben una indemnización elevada, y otro -creciente- de temporales que no percibirán absolutamente nada por este concepto.

Una reducción de la indemnización en los contratos permanentes evitaría el uso indebido de los contratos temporales y sería la manera correcta de asegurar una movilidad adecuada en el mercado de trabajo. Una posibilidad sería que aquélla se redujera a medio salario mensual por año trabajado, como alguna vez se planteó. Lo que no tiene sentido es establecer las condiciones para que se use los contratos temporales de manera indiscriminada y sólo para «darl la vuelta» a la política sobre indemnizaciones, creando además otro mecanismo de segmentación en el mercado de trabajo.