¿Cómo general empleo de buena calidad? Buzón de sugerencias
1. Promover y expandir los programas de capacitación, como el ProJoven del Ministerio de Trabajo y Promoción Social (MTPS). Projoven, es un programa de capacitación laboral para jóvenes que tiene la ventaja de permitir una primera inserción al mundo del trabajo y, a la vez, dinamizar el mercado de capacitación, a través del establecimiento de estándares de calidad para las entidades capacitadoras, así como del fomento de la interacción entre éstas y las empresas. Sin embargo, la cobertura del programa es todavía muy limitada . La poca atención que se ha otorgado a este tipo de programas evidencia que el problema central en este caso no es el financiamiento sino la voluntad política.
2. Promover la formación y desarrollo de instituciones sindicales modernas que no sólo velen por la protección de los derechos de los trabajadores, sino que también tengan un rol activo en el incremento de su productividad.
3. Definir un marco de legislación laboral que apunte a lograr la difícil combinación de protección social con flexibilidad laboral, y que tenga como objetivo que la gran mayoría de trabajadores pueda gozar de, al menos, un seguro de salud y ahorrar para una pensión, evitando legislar sólo para la minoría, que es la que tiene un empleo formal.
4. Asegurar que se cumpla la legislación laboral. Gran parte de la desregulación del mercado de trabajo durante los noventa ha sido de facto y se ha originado en el simple incumplimiento de la legislación vigente por parte de muchas empresas. EL MTPS tiene que disponer de una capacidad de inspección que permita disuadir a las empresas de contratar informalmente o de incumplir con el pago de los beneficios sociales a sus trabajadores. Esto es crucial en tanto el incumplimiento de la ley ha generado que se intente resolver el problema vía la modificación de la legislación, haciéndola más restrictiva. Una ley más inflexible posiblemente tampoco se va a cumplir, pero tendría efectos aún más nocivos en el mercado de trabajo y reduciría el nivel de empleo formal.\r\n5. Relacionado a lo anterior, se debe fomentar el uso de contratos permanentes y desincentivar el de otras modalidades contractuales, como los services, los contratos temporales, etcétera. El contrato permanente es el óptimo, que induce a al empresa y al trabajador a invertir mas en capacitación y promueve el aprendizaje en el trabajo. Sin embargo, el uso del contrato permanente se desincentiva cuando se incrementa el costo de utilizarlo. Uno de los costos que puede modificarse es el de despido, que es en la actualidad es muy alto. Lamentablemente, el Congreso ha propuesto que se incremente.
6. Corregir la legislación relativa a la CTS para que recupere su papel como mecanismo de protección ante el desempleo. La CTS es un mecanismo adecuado para evitar fluctuaciones bruscas de los ingresos de los trabajadores en la eventualidad del desempleo. Pero este papel se ha desvirtuado al permitirse que los trabajadores utilicen esos fondos para consumo corriente. Por otra parte, es necesario eliminar la posibilidad de establecer convenios de sustitución mediante los cuales los depósitos de la CTS pueden ser retenidos y manejados por la empresa. Adicionalmente, debería establecerse un tope en el número de meses de salario que los trabajadores acumulan en este fondo. La CTS, correctamente aplicada, es un instrumento mucho más adecuado que un seguro de desempleo en una economía con informalidad elevada.
7. Fomentar la capacitación laboral en las empresas, que es muy poco frecuente, aunque constituye una inversión extremadamente rentable. Sólo algunas empresas modernas tienen políticas de recursos humanos orientadas a capacitar a su personal y a crear una carrera al interior de la compañía. La mayor parte de veces, la inversión en capacitación de las empresas se orienta hacia las ocupaciones que requieren de mayor calificación, y la inversión en capital humano hacia trabajadores de mediana o baja calificación u orientada a trabajadores con educación secundaria o educación técnica constituye más bien la excepción. Debería estudiarse de manera cuidadosa el diseño de algún esquema de subsidios o de exenciones tributarias a la inversión en capacitación de las empresas.
8. Establecer sistemas de acreditación de competencias laborales. Varios países de América Latina han iniciado ya la conformación de estos sistemas, los cuales permiten que el trabajador acredite competencias laborales específicas, aparte de las credenciales que le otorga la educación formal. Esta información facilita el matching en el mercado laboral (es decir, el contacto entre el postulante y la empresa). Algunas iniciativas se han dado al respecto en el Ministerio de Educación y en el MTPS pero es un área que requiere de mayor desarrollo.
9. Ordenar la política de promoción a la pequeña y microempresa, de manera que, por un lado, remueva los obstáculos a su crecimiento y, por otro, permita que las mismas cuenten con el capital financiero, humano y empresarial requeridos para ser competitivas, crecer y crear empleo. \r\n10. Hacer andar el programa «A Trabajar» pero asegurando que el gasto a realizar se focalice bien y tomando conciencia de que por ser un programa de emergencia, debe crear empleos de calidad aceptable (no podrán ser buenos empleos, sino medio país haría cola delante del MTPS). El programa debe estar enlazado a un sistema de protección social: debe expandirse en épocas difíciles y se contraerse cuando la economía crezca.
