Reinvierten 30% de lo que reciben de Juntos
Informe. Investigación de Grade destierra el mito de que programas sociales del Midis cumplen una función asistencialista, además que evidencia que las familias de zonas rurales son eminentemente productoras, pese a su pobreza.
Karina Garay Rojas
kgaray@editoraperu.com.pe
Las familias pobres y pobres extremas reinvierten el 30% del incentivo financiero que reciben bimestralmente del Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres (Juntos), con lo que destierran la idea de que dicho dinero es empleado únicamente en mejorar su alimentación y vestido.
Así lo dio a conocer un reciente estudio realizado por el Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), que detalla, además, que dicha reinversión se concentra en los hogares que tienen como jefe del hogar a un varón y que representaron el 80% de la muestra, mientras los hogares con una jefa mostraron un comportamiento distinto, con menor disposición a ampliar la escala de producción, la tenencia de activos o la participación en dichas actividades.
“Este hallazgo implica, en primer lugar, que los beneficiarios de Juntos son productores, no meramente consumidores. Son población rural que tiene actividad productiva, agropecuaria y no agropecuaria. Y que no es cierto que toda la transferencia [de Juntos] es solo para consumo”, afirmó Eduardo Zegarra, autor de dicho estudio.
Acaba con un mito
Sostuvo que los resultados de la investigación echan por tierra el mito de que Juntos “es un programa meramente asistencialista, orientado al gasto, que no genera incentivos productivos” y que, por el contrario, “sí está teniendo impactos productivos que no son considerados en la política”.
Las familias que reinvierten lo recibido por el programa Juntos lo hacen en animales menores, como aves y cuyes, algunos activos ganaderos y actividades agropecuarias.
“Las mujeres que son jefas de hogar, por lo general, son madres solteras, viudas o tienen al esposo ausente. Representan el 20% de la muestra y reflejan un comportamiento distinto respecto a la asignación de Juntos. Ellas destinan parte del dinero a alguna actividad comercial o a la artesanía. Esto tiene sentido porque poseen menos productos agropecuarios, menos tierras y menos mano de obra”, manifestó el investigador sénior de Grade.
Encuestas panel
La investigación Efectos dinámicos del programa Juntos en decisiones productivas de los hogares rurales del Perú se realizó usando, por primera vez, la encuesta de hogares de tipo panel.
“Una encuesta panel es la que sigue a los hogares en el tiempo, para ver si efectivamente encontrábamos cambios en las actividades productivas de aquellos que reciben transferencia. El estudio usó la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), el panel de 2007 a 2011, específicamente el período 2007-2008, así como 2008-2009”, detalló Zegarra.
Apoyo complementario
El estudio ha demostrado que las familias más pobres del país “no están esperando el incentivo del Estado para sobrevivir”, sostuvo Zegarra.
“Juntos ha sido un avance, sobre todo en lograr que las zonas rurales accedan a más servicios públicos de educación y salud, pero ahora los hogares deben ser apoyados con actividades complementarias que les permitan salir de la pobreza de manera sostenible”.
El experto de Grade señaló que en el sector rural hay un casi nulo acceso al crédito rural y que se podría trabajar en ello, pues hay evidencia mundial de que los hogares rurales devuelven sus préstamos.