La errática estadística avícola
La producción de pollo representa actualmente el 22% del PBI agropecuario. Alteraciones a las cifras de este sector pueden tener efectos significativos en el crecimiento agrario y en el PBI global. Por ende, la controversial propuesta del Ministerio de Agricultura (Minag) de cambiar las cifras de producción de pollo para el período 2001-2006 debe ser evaluada con mucho cuidado.
Al respecto, lo primero a señalar es que el cambio propuesto por el Minag genera una impresionante reducción de la producción de pollo en el período 2001-2006 de por lo menos 30%, período que corresponde a la gestión del presidente Alejandro Toledo (el Minag no plantea ajustes para antes de dicho período). De acuerdo con las cifras presentadas, la producción de pollos en el período 2001-2006 habría tenido en promedio una caída de -0,3%, en lugar del crecimiento de 4,5% que tenía la cifra oficial previa. Es más, el ajuste propuesto llevaría a la poco creíble conclusión de que los peruanos consumimos ahora menos pollo por persona que en el 2000, y que en el 2007 tendríamos un consumo per cápita similar al de hace una década.
Pero los problemas no terminan allí. Dado el peso del sector avícola en el PBI agropecuario, el mencionado cambio »hacia atrás» del Minag significaría que el sector agropecuario en su conjunto no habría crecido a un promedio de 3,1% en el período 2001-2006, sino solamente 2,2%; es decir, un punto porcentual menos de crecimiento anual durante todo el período del ex presidente Toledo.
Esto, a su vez, llevaría a una reducción en el crecimiento global obtenido por la economía peruana durante dicho período. Es evidente que dicho cambio, si es hecho y aceptado por las autoridades estadísticas, generaría graves sospechas de que el gobierno actual estaría buscando generar, vía artificios numéricos, una imagen de mayor crecimiento a costa de un supuesto menor dinamismo económico en el gobierno anterior.
A todas luces, el ajuste retroactivo que vienen intentando sustentar los funcionarios del Minag no tiene mayor sentido y es muy peligroso para la ya mellada credibilidad del sistema estadístico nacional. Al respecto, el INEI debería aclarar inmediatamente si avala los cambios propuestos por el Minag, así como el BCR y el MEF deberían indagar si estos cambios tienen el debido sustento técnico.
Según el Minag, la supuesta nueva »metodología» que estaría a la base de los cambios tendría el aval de la Asociación Peruana de Avicultura (APA). Convendría que este gremio también se pronuncie públicamente ante esta abierta declaración de una entidad pública sobre su supuesto rol en la validación de las estadísticas sectoriales.
Sin un sistema de estadísticas agrarias creíble y manejado con solvencia técnica va a ser difícil que el ministro Ismael Benavides consiga modernizar un sector que a todas luces sigue siendo fuertemente discriminado en las políticas públicas. Hace poco se anunció un nuevo sistema de información en línea para que los agricultores peruanos puedan bajar información en sus teléfonos celulares. Si la información que les va a llegar tiene la misma calidad que los actuales datos avícolas, el sistema difícilmente tendrá algún valor para nuestros agricultores. La gravedad de lo que viene ocurriendo amerita medidas rápidas y concretas para recuperar la credibilidad en nuestras estadísticas agrarias y nacionales.