Afirman que progreso del Perú aumenta ‘abismo económico’ entre niños
El progreso económico de Perú en los últimos años ha aumentado las diferencias «abismales» entre los niños de clases altas y medias de zonas urbanas y los infantes sin recursos del área rural, según reveló el informe sobre pobreza infantil del estudio «Niños del Milenio», dado a conocer hoy.
Las conclusiones del informe privado indicaron que las diferencias en el acceso a servicios básicos, logros educativos, salud y trabajo infantil son muy «grandes» entre los niños «desfavorecidos y los privilegiados».
«En medio del progreso general para el Perú hay niños que se están quedando atrás», señala el documento, que considera un desafío para este país suramericano que «su impresionante crecimiento económico sea más inclusivo a través de políticas y programas concertados».
Los autores opinaron que sólo a través de estas vías se puede frenar las desigualdades en oportunidades y resultados «tan estrechamente vinculados al área de residencia, origen étnico, nivel educativo de la madre, pobreza y, en algunos casos, al género».
Aunque el índice de pobreza descendió entre los encuestados, la mayoría de hogares que eran pobres según informes de años anteriores lo continúan siendo ahora.
También se detectó una migración a las áreas urbanas entre 2006 y 2009 del 74% de los hogares en zonas rurales que lograron ascender en la distribución del gasto per cápita.
La tasa de matrícula en la primaria «es alta pero existen brechas respecto de los logros educativos entre los niños de áreas urbanas y sus pares de las comunidades rurales, mientras que en el caso de la secundaria se detectó una tasa de deserción muy alta en niños rurales, de casi tres veces más que en el ámbito urbano», según el documento.
«No hay igualdad de oportunidades educativas y de calidad para los diferentes grupos de niños en el Perú. Los más pobres tienden a estudiar en escuelas con menores recursos, mientras que los no pobres optan cada vez más por una educación privada, mientras que muchos indígenas no tienen acceso a una educación bilingüe», señaló.
La cifra de niños que realizan un trabajo remunerado descendió hasta un 10% .
Además, alrededor del 20 por ciento de los adolescentes encuestados aseguró que trató de fumar una o más veces, pero ninguno de los grupos aseguró beber con frecuencia.
Los puntos positivos que se destacan son la disminución de la desnutrición crónica (se redujo en 11 % desde 2002 a 2009), y el incremento de la inscripción de los niños en programas sociales.
Las encuestas de este estudio de largo plazo elaborado por el Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade) y el Instituto de Investigación Nutricional (IIN), ambas instituciones privadas, se aplicaron a 2.800 niños en 20 localidades del país.