El historial de violencia de la madre y las actitudes frente al castigo infantil están asociados a una mayor prevalencia de la violencia física contra los niños y niñas
El estudio de Benavides y León (2013) sobre las magnitudes, factores asociados y transmisión de la violencia de madres e hijos e hijas –que utiliza la información disponible en las bases de datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES de 2000 y 2010–, encuentra que el porcentaje de madres que emplea el castigo físico con sus hijos e hijas es mayor en el grupo de madres que han sufrido alguna vez violencia física por parte de su esposo o pareja, a comparación de las que nunca la han experimentado. Por otro lado, las progenitoras que han sufrido maltratos físicos cuando eran niñas, tienen una mayor probabilidad de aplicar castigos físicos a su descendencia. Por último, hallaron que las actitudes de las madres frente al uso del castigo contra los niños y niñas están asociadas positivamente con el castigo infantil por parte de estas.
Los resultados muestran que un hogar con antecedentes de violencia doméstica y/o actitudes positivas hacia el castigo infantil resulta perjudicial para el desarrollo de los niños y niñas. Los análisis evidencian, además, que en los hogares donde confluyen estos tres factores de riesgo existe alrededor de un 74% de probabilidad de que un menor sufra violencia física.
El siguiente gráfico muestra la magnitud de la violencia contra los niños y niñas en el hogar por parte de la madre, según su historial de violencia de la madre y entre los años 2000 y 2010.
Fuente: ENDES. Elaboración propia.
DESCARGA: Una mirada a la violencia física contra los niños y niñas en los hogares peruanos: Magnitudes, factores asociados y transmisión de la violencia de madres a hijos e hijas (Documento de Investigación 71)