En Austria y Finlandia, como en muchos otros países del mundo, existen escuelas pequeñas, generalmente localizadas en áreas rurales, que atienden a estudiantes de diversos grados en una misma aula. Muchos de ellas confrontan la posibilidad de su cierre, debido a las dificultades que presenta ese tipo de enseñanza para los docentes, a pesar de algunos beneficios que empiezan a reportarse en la literatura. En este artículo de Eeva Kaisa Hyri-Beihammer y Tina Hascher, publicado en el 2015, se revisa esa literatura a la luz de los hallazgos de su análisis de entrevistas a docentes de esos países focalizadas en sus prácticas de aula, cuyas similitudes y diferencias son consideradas por las autoras. Ellas encontraron prácticas pedagógicas muy variadas, que ellas agrupan en dos grandes conjuntos: aquellas que intentan reducir o superar la heterogeneidad de los estudiantes todo lo posible, usando currículos paralelos, rotación curricular o enseñanza a todo el grupo, y aquellas que capitalizan o aprovechan la heterogenidad de los estudiantes a la vez que reducen las demandas de enseñanza, siendo estas últimas las que las autoras consideran son soluciones óptimas para la enseñanza multigrado.