Escrito en el 2021 por Carla Gamberini, destacada educadora y activista peruana, cuando iba terminando el segundo año de educación no presencial en el Perú, este artículo coincide con lecturas situacionales y recomendaciones de organismos internacionales y movimientos ciudadanos del país sobre la necesidad de dar prioridad y acelerar el retorno de los estudiantes a las escuelas de manera segura, semipresencial y voluntaria. Enfatizaba que no se trataba de retornar a lo mismo, sino que la educación semipresencial debía tomar como referentes experiencias locales que ya habían estado funcionando y concentrarse en fortalecer las competencias socioemocionales de las y los estudiantes, enseñándoles a aprender de manera autónoma. Para ello, era fundamental fortalecer a los docentes para liderar el proceso.
Si bien ya en el 2022 se dio un retorno mayoritario a la presencialidad, se hubiera requerido mucho más fuertes liderazgos gubernamentales, sectoriales y ciudadanos para asegurar que el retorno no fuera a un simple más de lo mismo, .