Gracias a miles de mujeres que lucharon por nuestros derechos, hemos avanzado en algo, pero aún no podemos celebrar porque persisten grandes desigualdades que afectan a las mujeres de nuestro país y en particular a aquellas que viven en zonas rurales, que son de pueblos originarios, que hablan una lengua originaria, que tienen alguna discapacidad, que son afroperuanas, que viven en condiciones de pobreza, entre muchos otros factores. Por ello, promovamos una educación con enfoque de igualdad de género, para erradicar esterotipos y una educación sexual integral para la autonomía y para vivir libres de violencia.